1. Si pecas, no te alejes de Dios… más bien, ¡aléjate tu pecado ya mismo!
No podemos permitir que nuestro pecado sea más fuerte que nuestra relación con Dios. Sabemos que una vez conocemos del amor de Dios, no volvemos a ser iguales, aunque lo intentemos, no se puede, porque su espíritu habita en nosotros, alertándonos constantemente, incomodándonos para hacernos ver que muchas cosas de nuestro día a día no están bien.
Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna EN TODA LA CREACIÓN, podrá apartarnos del amor que Dios ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. Romanos 8:38-39
¿Entendemos realmente LA GRAN PROMESA que hay en ese versículo? Porque si lo hiciéramos no permitiríamos que nuestro pecado nos apartara de Él.
Dios permanece, con su mano extendida a nosotros, y nuestra es la decisión de apartarnos de su amor.
2. Huir de tu pecado, es una muestra de valentía, no de cobardía.
Ok, entendemos que NADA en TODA la creación podrá apartarnos de su amor, pero… ¿Qué hacemos al respecto?
Nos dejamos llenar por pensamientos como: “no soy digna de su amor, no soy suficiente para cumplir su promesa, mejores hijos ha de tener a su disposición” etcétera, etcétera. ¡FUERA PENSAMIENTOS DE INFERIORIDAD! Sí, sí entiendo lo que es sentirte vulnerable ante tu pecado, pero es que lamento decir que Dios no nos mandó a permanecer en áreas que nos hicieran pecar, en áreas que nos mantengan en tentación… ¡HUYAN DICE EL SEÑOR!
HUYE de las malas pasiones de la juventud, y ESMÉRATE en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio. 2 Timoteo 2:22
Y si tu mano o tú pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de pecar, arráncatelo y échalo de ti. Te es mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno de fuego. Mateo 18: 8-9
Entonces… entendemos que si alguna situación en específico nos hace pecar, alejémonos todo lo necesario para evitar tentaciones, cortar de raíz todo aquello que nos aparta del padre.
No des por hecho tu pecado, porque por pequeño que sea, si le das el espacio suficiente en tu vida, puede llevarte a decidir apartarte del amor de Dios. Se constante, reconoce ante el Señor que necesitas de Él, día con día despójate de ti y llénate más de él. Huir de tu pecado es una muestra de valentía y coraje ante el Señor.
Refúgiate en el señor, cuando te sientas tentado, sal de ahí, ve y ora, ve y lee, ve y alaba. Pero, apártate del pecado.
3. ¿Recuerdas un perfecto sacrificio realizado en la cruz? Ajá, sí, ese fue suficiente para pagar por nuestros pecados.
Y el punto más importante, DIOS NO MANDÓ A SU ÚNICO HIJO A MORIR EN LA CRUZ PARA QUE NOSOTROS NO PODAMOS DEJAR UN PECADO.
Si, Dios ya conoce cada una de nuestras fallas y pecados, y sabemos que aun así se entregó a morir por CADA UNO DE ELLOS, no sólo por unos cuantos de cada persona, no, no… TODOS. Entonces, el no dejar ir un pecado de tu vida, es dar por hecho el sacrificio realizado por Jesús. ¿Acaso no es suficiente? SI LO ES.
Si Jesús lo entregó todo, nosotros también debemos hacerlo, sé que no es fácil, pero se puede. Porque hubo alguien que ya pagó por cada uno de ellos.
Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo. 1 Juan 2:2
La cruz es la muestra de amor más grande de la historia. Debemos comprometernos diariamente a querer agradar a Jesús, con TODO lo que somos.
Hay un poema que leyeron un domingo en el servicio de mi iglesia; es de Calderón de la Barca, se llama ¿Qué quieres? La estrofa que más conmovió mi corazón, fue:
¿Qué quiero, mi Jesús?...
Quiero quererte,
Quiero cuanto hay en mí
Del todo darte
Sin tener más placer que
El agradarte,
Sin tener más temor que
El ofenderte.
No tener más temor que el ofender a nuestro padre, y si pensamos, la cantidad de veces que lo hemos ofendido, y él sigue ahí, con su infinito amor, pero, no abusemos de su gracia.
Si tú estabas pensado en alejarte, estas alejado o simplemente estás bien, te invito a que en intimidad te reencuentres con el amor de Dios, que permanece, que te despojes de ti, que entregues tus coronas, entregues tus pecados y tentaciones, que Dios conceda arrepentimiento en nuestros corazones. Pero, no te apartes de Dios por tu pecado… no lo hagas.
Sabes que no estás sola o solo en esto, si necesitas apoyo o algo más importante como oración por algo en específico, puedes enviarme un mensaje.
Que Dios te bendiga mucho, no olvides siempre leer su palabra y buscar de su presencia.
Que bendición , fue encontrar este material estaba muy agobiada, le había faltado a mi señor , pero otra vez estoy de pie , gracias